Cuando
el jubilado Stephen Paddock llegó
su suite en el piso 32 del hotel Mandalay Bay Resort and Casino nada parecía
inusual.
Paddock
había reservado la habitación 32135: un gran alojamiento que cuenta con una
panorámica ininterrumpida de la zona conocida como The Strip en Las Vegas,
según lo describió sheriff de la Policía de la ciudad, Joseph Lombardo.
El
excontador habría tenido una clara vista del festival Route 91 Harvest,
un evento de música country que se realizaría durante tres días al aire libre
justo en esa área, a tan solo 365,7 metros de su hotel.
En
la noche de este domingo, mientras 22.000 personas oían al artista principal
Jason Aldean abajo, Paddock rompió dos ventanas de la suite –una en la parte
frontal y otra en la esquina– y empezó a dispararle a la multitud. Así asesinó
a 58 personas (más el atacante) y dejó heridas a más de 500.
La
suite del hotel
Las
camareras del hotel aseguraron que “no vieron señales de nada” sospechoso en la
suite que está compuesta por dos habitaciones, de acuerdo a lo que la
representante de Nevada Dina Titus.
Paddock
tenía 23 armas dentro de la suite, así como martillos, aseguró Todd Fasulo,
asistente del sheriff de la Policía de Nevada. El arsenal, sin embargo, “estaba
muy bien escondido”, añadió Titus.
El
atacante había llevado “más de 10” maletas a su habitación durante varios días,
les explicó Lombardo a los periodistas este lunes. De hecho, las autoridades
creen que Paddock trasladó las armas al hotel por sí mismo, pero no ofreció más
detalles al respecto.
La
redada
Tan
pronto como sonaron los primeros disparos de este domingo (hora local), los
servicios de emergencia se dieron cuenta de que el tiroteo estaba golpeando a
la multitud desde un punto elevado. “Está saliendo de una ventana”, se oye
gritar a alguien de los equipos que estaban atendiendo la tragedia.
Muy
pronto la atención se centró en el hotel Mandalay Bay, a varios pisos arriba y
cientos de metros de distancia.
“Disparar desde una posición elevada es lo que
siempre quieres hacer, así que no me sorprendería si hay algún video de él
(Paddock) en la zona, mirando hacia el Mandalay Bay y tratando de descifrar qué
habitación le daría la mejor ventaja”, explicó el experto.
“Se
puede ver que esas ventanas están hacia adelante, una en el frente y otra en la
esquina, lo que le daba a él dos ángulos diferentes para disparar y todo eso
hace parte de la planeación”, añadió.
Además,
el hecho de que hubiera otros huéspedes en las habitaciones del hotel alrededor
de la suite de Paddock también significaba que la Policía no podría disparar de
vuelta, sostuvo Roddick.
La
Policía entró al hotel para empezar a trabajar en encontrar el camino hacia el
lugar donde se albergaba el francotirador.
“Un
equipo de seis oficiales, que abordaron la seguridad, subieron en los
ascensores después de discutir la situación con la seguridad y de obtener
inteligencia”, relató Lombardo.
“Ellos
revisaron piso por piso hasta que localizaron el lugar donde creían que estaba
la habitación”, añadió el sheriff.
En
lo alto de los pisos residenciales del hotel, una de las personas de los
servicios de primera respuesta aseguró por radio: “Estoy en el Mandalay Bay en
el piso 31, puedo oír los disparos de un arma automática en un piso adelante,
un piso más arriba”.
“Posteriormente,
ellos se acercaron a la habitación, recibieron disparos, se retiraron y los
oficiales de Armas y Tácticas Especiales (SWAT, por sus siglas eunder inglés)
respondieron”, afirmó Lombardo.
El
subsheriff de la Policía de Las Vegas, Kevin McMahill, informó que cuando los
primeros equipos habían “aislado a este individuo a las dos habitaciones, nuestro
equipo SWAT utilizó los explosivos de ruptura para entrar y enfrentarse al
individuo".
Entonces,
se puede oír a un oficial del SWAT decir: “Necesitamos explotar esto (la
puerta) y ver si conseguimos alguna respuesta de este tipo. Ver si está ahí o
si en realidad se ha movido a otro lugar”.
Una
vez dentro de la suite, la Policía encontró al atacante muerto, al parecer por
un disparo autoinflingido. Según Lombardo, las autoridades creen que Paddock
“se suicidó antes de nuestra entrada”.
El
ataque fue una amenaza ante el que la Policía no podía estar preparado, apuntó
McMahill.
“Estas
personas fueron atacadas por un hombre que estaba 32 pisos arriba, con disparos
de un rifle automático, así que no creo cómo te preparas para eso. Simplemente,
no lo vimos venir”, señaló.



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